Semanita muy atareada, pero por fin he tenido un ratito para escribir algo en casa y poder actualizar.
Es la primera vez en mi breve Historia que he cumplido años cerca del mar Caribe, ha sido mi cumpleaños habanero. Especial por muchas cosas: por estar lejos de casa, por las últimas experiencias (no muy agradables) vividas, por ser un momento de mi vida de cambio y de enfrentamiento a nuevas realidades... y en medio de todo esto, a pesar de estar echando de menos a muchas personas, me he vuelto a dar cuenta una vez más de lo arropada y lo bien que me siento aquí entre toda mi gente de mi "realidad cubana".
Aunque se celebrarán con tremenda fiesta el día 16, llegaron los 27 y con ellos varios regalos que me han tocado la fibra sensible:
Regalos venidos desde lejos para sentirme más cerca
Rosas con sentimiento
Rosas con mojito en el Nacional
Regalo en forma de visita
Regalo muy isleño
Regalos espontáneos
Pero sobre todo hay dos que me llegaron directamente a la "patata":Regalo de valor incalculable
Regalo que insufla litros y litros de aire al corasonsito y hace que se infle el pecho y te sientas más grande: Mis maris con el modelito "Pollopiña" auténtico(sóis más majas que las pesetas, que es lo más expresivo que se ocurre), cenando en La Guarida
Y con tremenda sorpresa a la salida:

¡MUCHAS GRACIAS A TODOS!
(Inevitablemente, voy a llevarme un trozo muy grande de esta Isla conmigo...)
4 comentarios:
Llego tarde... pero FELICIDADES PEQUEÑIÑAAAAAA!!! :)
Besos!
jo, cómo te echamos de menos en la despedida...
me alegro de que pasaras un buen dia centollita
normal mujer, si es que te mereces esto y más. Te haces querer y al final se te acaba cogiendo cariño.
Un besazo castellano
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