viernes, 30 de noviembre de 2007

¡Qué calamidad!

En mi línea de calamidades varias se me ha estropeado el portátil, así que tengo que aprovechar que hoy no tengo mucho trabajo para actualizar esto.

La foto cutre del título está apañada con el Paint, pero así se queda hasta que recupere mi ordenador (madreeeee, cuándo será eso...) y pueda hacer algo en condiciones con Photoshop (cortesía de mi mentora Lazarillo woman).


Por fin es viernes y hoy toca siesta porque menuda semanita llevo.

Esta semana he descubierto un poco más la noche habanera y la verdad es que no decepciona. Aunque los sitios cierran bien pronto, el ambiente en general es estupendo. Aquí los chicos no se cortan un pelo y bailan tanto o más que las mujeres, lo que tiene como consecuencia que nadie se sienta y la fiesta se va contagiando de unos a otros.

El miércoles pude ir a una fiesta universitaria. En la fila, las tres españolitas calladas para tratar de pasar por cubanas y una vez dentro, a bailotear.


Aquí estoy con Natacha y Ana. La primera es profesora de Derecho en la Universidad de La Habana (la lianta en este caso) y Ana trabaja en la Embajada y está como un cencerro...



Y os presento también a Ángel, Orestes y X (llamémosle así porque no me acuerdo de su nombre)


Y ella es Zaida, una galleguiña también becaria pero de la Embajada:

La entrada se paga en pesos cubanos pero, cosas de la vida, las consumiciones se abonan en CUC. 1 cerveza = 1.5 CUC = una décima parte del salario mensual de un cubano. Durante los primeros momentos la pista está totalmente vacía hasta que los altavoces empiezan a escupir el regetón. Inmediatamente la pista se llena de parejas, aquí se baila bien pegado. Corre la cerveza y el ron (en tetrabrik, para evitar altercados)y sube la temperatura. Buen rollito, mucha alegría y mucho baile. Hay que acostumbrarse al mogollón, no sentirse ofendido por los empujones, relajarse y disfrutar... Porque eso es lo que hace el cubano en las fiestas: DISFRUTAR

Lo pasamos de maravilla, nos acostamos tarde y al día siguiente a trabajar. Pero mereció la pena...



Anoche fuimos a cenar a un paladar precioso y de comida muuuuy buena acompañados de auténtico son cubano. A mí es algo que me encanta, pero para la gente que ya lleva mucho tiempo resulta incluso molesto, porque en todas partes hay un grupo que te canta y te pide unos pesitos. En fin, desde mi humilde punto de vista, cenar con Yolanda o Chan Chan de fondo es un lujo.

Después a un pub donde pudimos escuchar a un chico que clavaba a Sabina totalmente (Metro, te habría encantado, claro), un poco de bailoteo en otra discoteque y al hogar.

Hoy el día se está haciendo largo, pero me relajaré mañana buceando en Varadero, jejeje. El domingo picnic en el parque Lenin y lunes otra vez...

Pasan los días en La Habana y ¡¡¡yo con estos pelos !!!!


jueves, 29 de noviembre de 2007

willkomen!!!

La verdad es que para estar enviando correos a tropecientas personas, mejor hago caso a Martos y a Ignaciooooo que son muy sabios los dos. jejeje...

Supongo que no actualizaré mucho, pero trataré de hacerlo aunque sea con chorraditas diarias.

Besos a todos y pasen cuando quieran, están invitados de muy buena gana :)