lunes, 4 de febrero de 2008

En buena compañía...

En la mejor posible.

Ya tengo aquí a mi Metrito, que además se ha traído al Artur en la mochila.

Están encantados (yo más) y no paran de repetir ¡qué fuerte, qué fuerte!.

El primer fin de semana lo hemos aprovechado para visitar Viñales y María la Gorda.

Primer viajecito largo de mi carro, que se ha portado bastante bien. Carreteras horrorosas, con baches inimaginables cada 20 centímetros y al final del camino el cuello como un trozo de mármol. Pero mereció la pena. Tuvimos tiempo de tomar el sol, dar paseítos por la playa, relajarnos y morirmos de risa jugando a las películas (tremenda superioridad del equipo contrario, por cierto).

El auténtico yuma(= guiri) se compró la auténtica gorra del yuma de verdad y se flipó y por un momento, entre el paisaje prehistórico del valle de Viñales se creyó el Che ¡y posó y todo!:
Y ayer hicimos una de las visitas obligadas en La Habana. Nos tomamos un mojito en La Bodeguita del Medio, que no es ni de lejos el mejor Mojito de la ciudad (aunque sí el más caro) pero bueno, hay que ir, como diría Natacha, "aunque seas de Burundi"...

Tengo que reconocer que no había ido todavía y que tampoco lo había echado de menos. Creo que hay un extraño mecanismo en la cabeza de los extranjeros que vivimos aquí, que nos hace sentir esta ciudad como nuestra. Nos indigna profundamente ir por la calle y que ¡oh Dios!, nos intenten timar o colocar algo como a un yuma cualquiera. ¡A mí! ¡Oh por favor, no se dan cuenta de que yo conozco esto, yo vivo aquí!... Bueno, el caso es que al final somos extranjeros como todos los demás turistas y eso se nos nota y quizá sea por eso que nos acercamos lo menos posible a la Habana Vieja o cualquier otra zona repleta de mochilas y cámaras de fotos, quizá por no sentirnos un extraño más... Así que estos días de visita me echaré la mochila al hombro y patearé la Habana Vieja, me tomaré un daiquirí en El Floridita, me haré fotos en el Capitolio y en la Plaza de la Revolución, me olvidaré de los pesos cubanos y seré una yuma más.

Pero todo esto, claro está, de la mano de mi yuma particular...


(Es que así Cuba es aún más bonita...)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajajajajaja!se les ha quedado hasta cara de bobitos!!!no sabes la envidia que me dan, y lo que me alegro de que recuperes la sonrisa.
te quiero Cin.
besa a tus hombres de mi parte

Unknown dijo...

Vaya pinflis que estáis hechos, jeje.
¡Qué envidia dais, con el fresquito que hace aquí por las noches!
Besos.