lunes, 24 de marzo de 2008

Ay ¡qué cosas!

Para celebrar la Semana Santa, a falta de días por obra i gracia del Icex, no me pude ir a España y decidí quedarme aquí y darnos otro pequeño homenaje vistando la cayería de Santa María.

Por el camino, ya en la ciudad de Santa Clara, visitamos el memorial de Ernesto Che Guevara
donde yacen, entre otros, los restos de esta leyenda latinoamericana de muchas y variadas versiones. La cubana está muy clara y se resume así:

El lugar está lleno de alegorías a la Revolución y sus logros, esculturas y grabados como estos:


(Cierto es que la juventud es la arcilla de la posible obra que esculpan los cubanos de aquí en adelante)

Mucho calor, varias fotos y seguimos camino. Nos cruzamos también con el metro:


Con las barreras del tren (mujer con bandera roja o verde según la ocasión):


El Louvre:



Una bonita iglesia en Remedios:



O la partidita de ajedrez(tremendamente popular en la mayor de las Antillas) entre los pioneritos:



Pero lo más llamativo del camino es el pedraplén. Se trata de una carretera, y digo carretera, que no puente, que une el gran caimán con el Cayo Santa María. Son 50 kilómetros de material que han ido echando poco a poco en el mar, con sus correspondientes puentes para el paso de la fauna marina (jaja, jeje, jiji) y que se recorre por el módico precio de 2 CUC siempre y cuando no seas cubano (excepto trabajador en los lujosos hoteles de los cayos), en cuyo caso tu camino termina exactamente ahí, prohibido seguir. ¡Pero oiga, Si eso también es Cuba! Si compañero, pero para usted no. Recuerde que somos una sola isla :-O


Los tres días en hoteles de lujo, todo incluido, playas paradisíacas y piscinas estupendas, atención de cubanos superagradables (bueno, esto en el primer hotel) y sin que nos falte de nada. Bueno sí, queríamos echar un baile con el cocinero del japonés pero es que el cuando termina se va a casa, no puede ir a la playa ni a la discoteca, ni a la piscina. Se quita el uniforme y se va….



En fin, para que esto no quede como algo rotundamente negativo, debo decir también (porque uno tiene que ser objetivo y no dejarse llevar por lo que cree, sino observar y tomar nota) que el otro día en el hospital, la enfermera que me atendió llegaba de ser operada de miopía, porque aquí todos esos trastornos oculares (y todos los demás) se realizan al poblacho por la redonda cantidad de cero CUC, USD, EURO o como usted lo quiera llamar.

No todo es tan bueno como lo pintan… no todo es tan malo como lo pintan… leches, ¡esto es un follón! (aunque yo, a grandes rasgos, creo que ya se lo que pienso…)

2 comentarios:

Ignacio dijo...

Tú como siempre, con una sonrisa de oreja a oreja!!! :)

asimiroyo dijo...

cómo te lo montaaas!!
me muero de envidia, excepto por lo de posar tanto en bikini (creo que no me molaría nada, y los tiburones tampoco).

estoy intrigadísima por saber en qué situación os dio por ver Saló, si estábais cenando tranquilamente un sábado, o aburridos, o queríais probar vuestros estómagos...

es la primera y única peli que vi de pasolini hace unos 3 años y me niego a ver más. vaya amiguitos cinéfilos que te has echao!!! (seguro que también ha visto pink flamingos :)

muchos besos amore, te he mandao un testamento al correo