martes, 11 de marzo de 2008

Deportes de riesgo

No me hace falta hacer puenting, rafting, ni tirarme con un parapente.Lo que no me pase a mí aquí, no le pasa a nadie. Vida llena de emociones fuertes:

Experiencia número 1: Espléndida mañana de noviembre para buceo en un arrecife cercano a Varadero. Poco a poco la mar se va poniendo brava y la chiquinina, con su traje corto, se magulla las piernas contra el arrecife se queda sin aire y a poco sale.
Experiencia número 2: Becario predecesor que intenta salvar al pueblo cubano(¿?¿?¿?) metiéndose en temas escabrosos y nos pone a todos en guardia, a mí y a mi familia cubana. ¿Qué pasará?. Inmigración viene a casa, investiga e interroga. Cosas misteriosas y raras se suceden.

Experiencia número 3: Luzco mis pinrelillos con sandalias al alegre sol cubano. Salgo de mi carro, pongo el pie en el suelo y aterrizo en un vaso partido por la mitad, que insolente atraviesa mi pielecilla.


Experiencia número 4: A esta me lleva la experiencia número 3. Acudo a un policlínico cubano a hacerme una cura. Esta experiencia no se puede contar con la palabras, ehtoepáveeerlllllo. Decido no hacerme ninguna cura, claro está.


Experiencia número 5: Doy botella a una mami con su hijo y se me montan 8 personas en el carro (cuando salieron los niños, más majos que majos, me dijeron: que tenga usté una linda noshe señorita :D)

Experiencia número 6: Sábado por la noche. Ha entrado un frente frío en La Habana. Voy sola en mi carrito alegremente hacia el Hotel Cohiba a tomar unos spaghetti al pesto. Parece que el Malecón está tranquilo, tomo la curva que me aproxima al hotel Riviera y allí me encuentro unas olas gigantescas que atraviesan el Malecón entero. Ya no puedo dar marcha atrás, pues nada. En el Riviera ya giraré y me meto al Cohiba y de repente.... ¡PLAF! Una ola me tapa por completo y ARRASTRA MI COCHE(que no sé ni lo que pesa) UN PAR DE METROS HACIA LA ACERA. No pasa nada y meto primera pa que mi coche no se ahogue por el tubo de escape y avanzo lo más rápido que puedo hasta la calle del Cohiba, que era un caudaloso río. Músculos como bloques de acero.

Me faltan unas cuantas, algunas ni las cuento. ¡Esto es un no parar! y me gusta....

La última experiencia, como algunos sabéis, es mía y sólo mía y ha sido la más fea. Hasta en el mismito paraíso la mente puede hacer que te sientas mal... La mente, o estar a muchos kilómetros de casa. Pero ya va pasando y vuelve la alegría, que es como debe ser. Y de todo se aprende. No hay sensación mejor que saber que estés donde estés no estás sola ¡me encanta!


Ayer día de morriña, hoy día de amor y gratitud (ni el mismísimo Papa,¡oiga!)
Y, por cierto, me pienso tirar en paracaídas antes de irme...

Besos

5 comentarios:

Ignacio dijo...

La vida está para vivirla. Me encanta ver como lo haces!!! :)

Besazos para los mometos malos!!

Anónimo dijo...

Ole mi niña, que no se diga que no es fuerte.
Piensate lo del paracaídas no vayas a acabar en México, ponte piedras en los bolsillos.
Muchos besos, Davi.

Anónimo dijo...

Estas guapisima, no se si es Cuba, el sol, o los bichitos malos de tu mente, pero incluso así esta muy preciosa eh...
tu tirate en paracaidas, por un precipicio, o por un barranco, tu y tus subidones de adrenalina, para que tomar drogas con la vida que llevas!cuando vuelvas si quieres nos tiramos por la ventana!!
un beso muy gordo Cinti. Anita

Anónimo dijo...

escribes genial... me encanta el blog y me encantas tú!

TE QUIERO!

Raúl dijo...

Compañera!

Estoy al corriente de tus andanzas desde Santo Domingo, qué te creías!
Genial saber de ti y saber que todo marcha.
Eso sí, me revienta que en cuatro días tengas más punticos en el mapa que yo.

Bexines!