Es que no me da tiempo a actualizar…
Al final ni una foto ni media del viaje al Oriente de la Isla ¡cachis!
Pues como no. Tengo que decir que me impresionó mucho la zona. Mi jerarquía de lugarespreciososdecuba ha cambiado. Viñales y Trinidad han sido desbancados por la preciosa Baracoa y su entorno.
Pero antes de eso, estuvimos en Santiago, que también me encantó. Sorprendida por las grandes diferencias con La Habana: más pobreza, más indigentes (en La Habana, más bien poquitos), más gente parada sin hacer naaaada, más pro-revolusionarios, menos sitos donde comer algo medio en condiciones o donde alojarte medio decentemente, más baches en la carreteras, menos iluminación si cabe, más desconfianza y quizá algo más de inseguridad. Pero Cuba al fin y al cabo, como siempre encantadora.
Antes de partir hacia Baracoa, fuimos a visitar a la Virgen de la Caridad del Cobre. A esta Virgen se le asocia en el sincretismo afrocubano el Orisha de nombre Oshún. Oshún es una alegre señorita que representa la intensidad de los sentimientos y la espiritualidad, la sensualidad humana y lo relativo a ella, la delicadeza, la finura, el amor y la feminidad. Su color es el amarillo y de camino hacia el santuario,
La mayor parte de la gente le lleva flores, pero no faltan quienes le ofrecen otras cosas…
Después, para variar, carretera y manta
Malas carreteras, pero tremendo paisaje en nuestro viaje por la provincia de Santiago de Cuba.
El paisaje, muy distinto a las provincias occidentales, va cambiando a medida que uno se adentra en la provincia de Guantánamo.
La ciudad, que no tiene grandes atractivos, estaba en carnavales.
Hacía un calor de la muetttte y todo el mundo que no iba lo suficientemente cocido buscaba una sombrita.
Nosotros nos tomamos una serbesa y sin más, seguimos para Baracoa que aún quedaba bastante.
Por el camino, que va paralelo al litoral sur de la Isla,
nos encontramos de frente con el mar Caribe y esto, pues ya se sabe, siempre es una buena experiencia. Porque los verdes y azules que tiene este mar, tiremos de tópicos, no se pueden describir con palabras. Pues eso, a mí me dejan con la boca abierta, me encantan.
Además, en esta zona nos encontramos con que las playas son de limpias arenas verdosas,
llenas de pequeñas piedras de todos los colores. Un festival para el observador cromófilo ¡yujuuuuu!
Nos tomamos un piscolabis(a ritmo cubano, no se crean que esto es llegar y besar el santo) y p’alante…
Para llegar a Baracoa
hay que atravesar “La Farola”,una carretera que nos habían pintado como asesinaimposibledeatravesarnoseosocurrairporahi. No era para tanto ni mucho menos (nada que no tengamos en muchos lugares de España), tan sólo con ir despacito y no hacer el cafre basta. Pero lo mejor de la Farola es el paisaje.
Sin comentarios… Yo estaba convencida de que en cualquier momento nos iba a atacar un tiranosaurux rex o iba a aparecer un hombre de Cromagnon. Aunque de estos últimos vimos algunos, ninguna bestia nos interrumpió el camino y finlamente llegamos a Baracoa, que es una preciosidad. Resumen: pueblecito de playa, casas coloniales a la española y a la francesa, todas ellas hechas polvo, mezcla de supercasas y mierdacasas, gente por todas partes, monumento al indio hatuey (el primer patriota cubano con un par de pelotas), casa de la Trova, alegoría a la Revolusión por cada esquina para no olvidar donde estamos, río Miel, muchas bicicletas y mucho, mucho encanto.
Para no aburrir (demasiado tarde, jeje), diré que visitamos Yumurí, un pueblecito pegado al mar que tenía, además de paisajes increíbles, una vaca nadadora que cada día atraviesa el río con su ternerito para ir a comer y a las cinco (hora del té) vuelve de nuevo a casa. Nadando, claro.
La conocimos a ella y a su retoño, pero no habían ido a nadar porque amenazaba ciclón, ya se sabe… Nos bañamos en el río que tan bien conoce esta vaca, comimos parguito y aguacate y volvimos para Baracoa.
El día siguiente transcurrió con la incertidumbre de si Fay nos “aguaría la fiesta”. (Escuchamos el pronóstico con gran interés...)
Por suerte, la tormenta tropical no nos molestó por el camino y permitió que nuestro vuelo saliera para La Habana. Por suerte, ya que fue el único vuelo nacional que salió esa noche.
Y de esto hace ya unos días, han pasado muchas cosas más… Pero aquí queda la crónica, para información vuestra y para mi recuerdo :D
Hasta mañana (es un decir…)
3 comentarios:
supongo que para una ambientalistadevota será una maravilla encontrar todos esos paisajes sin explotar...
qué envidia!! ves como te estás haciendo reportera gráfica? hay que llevar la cámara siempre!!
besos corasóon
Que maravilla de paisajes!! :) Vaya currada de post xiki! :D
Y peazo de viaje. Te queda algo de la isla por ver?
Bss
joer cin, cada vez que entro en tu blog me da más envidia...amenazo con no volver a hacerlo...
besosss
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