Yo sé que todos los días del año hay motivos para ponerse un crespón negro en el corazón, pero si lo hiciéramos, caminaríamos todos con la cabeza gacha y el alma gris, o dejaríamos de caminar sin más.
Bueno, pues hoy si me lo pongo. En pequeño homenaje a la gente que cogió un avión para las Canarias y se quedó en Madrid...
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